domingo, 25 de abril de 2010

COMUNICACIÓN SOCIAL






Volver a ver de cerca, sin pasar por el quirófano

Presbicia
La presbicia es un proceso que afecta a todas las personas y que comienza cerca de los 45 años de edad. Nuevos conceptos en prevención y tratamiento.

En los últimos años se han hecho importantes avances en cuanto a la implementación de medidas de prevención y mecanismos de detección temprana de enfermedades en muchos ámbitos de la salud, incluida la oftalmología.
Sin embargo, no se ha desarrollado la prevención vinculada con la presbicia, a la que tradicionalmente no se ha considerado una enfermedad.
La presbicia es la incapacidad del ojo de conservar el poder para enfocar objetos próximos; es un proceso que afecta a todas las personas sin excepción y que comienza cerca de los 45 años de edad y no se detiene hasta los 70.
Para comprender en qué consiste la presbicia, nos referimos a una función visual involuntaria y totalmente refleja que se llama acomodación, la capacidad del ojo de enfocar objetos a cualquier distancia, desde los más cercanos hasta el infinito, modelando su cristalino de forma más esférica o convexa.
Habitualmente se trata la presbicia reemplazando el mecanismo natural de enfoque del ojo por medios ópticos extraoculares (anteojos o lentes de contacto) o quirúrgicos (implante de lentes intraoculares o láser monovisión) sin tener en cuenta posibles conductas preventivas.
En efecto, existe un nuevo concepto en la oftalmología preventiva para mantener o recuperar la capacidad natural de acomodación y, al mismo tiempo impedir la progresión evitable de la presbicia.
La prevención de la presbicia se realiza corrigiendo los factores de riesgo, mediante ejercicios de acomodación y un tratamiento medicamentoso.
Es fundamental tener en cuenta los factores de riesgo como la administración de ciertos medicamentos (mio-relajantes, psicofármacos, tranquilizantes y antidepresivos) y el uso incorrecto de los anteojos: caminar con los anteojos para leer colocados, o mirando el piso con bifocales o multifocales, utilizar mayor graduación (aumento) para leer que la que corresponde, mirar de lejos con el aumento para cerca, entre otros.
Como resultado, podemos lograr recuperar la capacidad de enfocar de cerca y mantenerla a lo largo de la vida. Es importante señalar que este tratamiento sólo puede resultar exitoso si el ojo no ha sufrido previamente deterioro anatómico ni parálisis irreversible del músculo acomodador y por otra parte, si no se discontinúa.
Existen unos pocos efectos indeseables al comenzar el tratamiento tales como cefalea, visión oscura nocturna y acentuación de las moscas volantes, que en pocos días desaparecen solos o modificando el medicamento.